El resultado electoral del 8 de junio en Misiones dejó al frente Unidos por el Futuro, integrado por la UCR y el PRO, en una posición marginal dentro del nuevo mapa político opositor. La fuerza que alguna vez lideró procesos de alternancia en la provincia obtuvo un magro resultado, apenas logrando colocar a Santiago Koch como diputado provincial electo.
En diálogo con el programa La última rosca por Radio Up, Walter “Chiquitín” Molina, presidente de la UCR Misiones, no esquivó el análisis y habló de la necesidad de “reconstruir la oposición” ante un electorado que decidió apoyar otras expresiones.
“No fue la elección que esperábamos. Pero hay que gobernar el éxito y también asumir la responsabilidad en la derrota. El desafío es construir una alternativa real, no ficticia”, sostuvo.

“La gente votó cambio, pero no a nosotros”
Molina reconoció que la ola nacional de apoyo a Javier Milei y el fenómeno local de Ramón Amarilla captaron buena parte del voto opositor, desplazando a Unidos por el Futuro al margen de la disputa real.
“Quedamos en el medio. La Libertad Avanza fue más atractiva, y la candidatura de Amarilla se convirtió en una causa misionera. Nosotros hicimos el esfuerzo desde otro lugar”, admitió.
Según el dirigente radical, los misioneros “eligieron la oposición, pero dividida”, lo cual también obliga a una lectura estratégica: “Hoy toda la oposición junta es mucho más que el gobierno, y eso es lo que hay que construir”, reclamó.

Crítica a la fragmentación y llamado a la unidad
Molina cargó además contra las decisiones que derivaron en una oposición dispersa, donde incluso fuerzas menores lograron capitalizar más votos que el radicalismo:
“Cuando ves que candidatos a gobernador en 2023 sacaron el 28% y ahora como diputados apenas superan el 8%, entendés que hubo una mala lectura política”, evaluó.
En ese marco, el dirigente consideró que la elección “es apenas una etapa” y dejó en claro que el desafío ahora es institucional: presidir la Legislatura si los partidos opositores logran unificar su representación.

¿Autocrítica? Una mirada parcial desde el radicalismo
Consultado por las controversias internas del partido —como la sangría de dirigentes en zonas claves— Molina fue ambiguo. Afirmó que la UCR siempre hace evaluaciones políticas internas, pero cuestionó a los medios por exigir autocrítica sólo a algunos espacios: “Nosotros siempre hacemos una evaluación de cada resultado. Si hay gente que no le gusta, es problema de ellos. Pero la prensa debería ser más equitativa en sus exigencias”, lanzó.
Resumió la derrota en la idea que “Hay una inclinación de parte de la sociedad de acompañar al gobierno nacional”, sin entrar en las listas propuestas por la UCR el domingo 8 de junio o el escándalo del candidato a concejal de Eldorado, Julio Bernio, que no bajó el sublema a pesar de la denuncia de presunto abuso por parte de una menor.
También relativizó el impacto de los dirigentes que abandonaron el partido: “Que se hayan ido algunos no cambia la idea básica del radicalismo”, sentenció.

“La Renovación perdió la mitad de las bancas en juego”
Molina también apuntó contra el oficialismo del Frente Renovador, acusando a la prensa de no poner foco en que el partido gobernante perdió seis de las doce bancas que ponía en juego.
“Después del despilfarro de recursos, no les alcanzó. La gente se hartó del gobierno trabajador”, ironizó, en alusión al eslogan oficialista.
El radical remarcó que esta elección “marca un antes y un después”, comparándola con la reforma constitucional frenada en 2006 por el Obispo Piña. “Es tiempo de tomar nota de lo que la sociedad está pidiendo”, insistió.

Rumbo a octubre: expectativa por la boleta única y representación nacional
De cara a las elecciones legislativas nacionales de octubre, Molina anticipó que el uso de boleta única podría cambiar el juego. La oposición, dice, deberá prepararse con inteligencia para disputar los tres escaños nacionales en juego.
“Vienen tiempos distintos y nosotros vamos a hacer el esfuerzo para que sean mejores”, cerró con tono esperanzado.