Las fuertes lluvias que azotaron el estado de Texas provocaron inundaciones repentinas y una catástrofe en la zona central, donde al menos 24 personas perdieron la vida. El hecho ocurrió durante la noche, en pleno feriado por el Día de la Independencia en Estados Unidos, y aún se busca a decenas de menores desaparecidas que asistían a un campamento cristiano de verano.
El río Guadalupe creció abruptamente, subiendo casi ocho metros en menos de una hora. La crecida repentina arrasó con viviendas móviles, cabañas de descanso y vehículos en áreas donde cientos de personas pasaban el fin de semana largo.
Una de las zonas más afectadas es Camp Mystic, ubicado cerca de Kerrville, a unos 100 kilómetros al noroeste de San Antonio. Allí se encontraban unas 750 niñas, y al menos 25 de ellas continúan sin ser localizadas, según informaron los rescatistas.
Se declaró el estado de emergencia en varios condados afectados, donde las comunicaciones están colapsadas y muchos caminos quedaron completamente destruidos. Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump calificó el hecho como “terrible” y aseguró que el gobierno federal brindará ayuda adicional.
Realizan operativos de rescate por la severa inundación en Texas
El vicegobernador Dan Patrick explicó que el río Guadalupe se desbordó en menos de una hora, lo que generó una situación fuera de control. “En 45 minutos, el nivel del río subió más de ocho metros. Fue una inundación destructiva, arrasando con propiedades y lamentablemente, con vidas”, sostuvo.
También se dirigió a las familias de las menores alojadas en el campamento afectado. “Si no han sido contactados por los responsables, significa que sus hijas han sido ubicadas y están bien”, aclaró.
Patrick agregó que el hecho de que algunas niñas sigan sin aparecer no implica necesariamente que estén perdidas. “Pueden estar incomunicadas por la falta de señal”, afirmó. Las tareas de búsqueda continúan con el apoyo de helicópteros, drones y embarcaciones.
Desde el campamento explicaron que se quedaron sin electricidad, sin agua y sin conexión a internet. La única vía de acceso también resultó destruida. La situación complica el ingreso de ayuda externa.
Este viernes por la mañana, las autoridades emitieron declaraciones de desastre para las zonas de Hill Country y el valle de Concho, dos de las regiones más golpeadas por las lluvias.
La zona no cuenta con sistemas de alerta
El juez Rob Kelly, máxima autoridad del condado de Kerr, enfrentó preguntas sobre por qué no se evacuó preventivamente a los campamentos ubicados cerca del río. “No teníamos forma de saber que esto iba a ocurrir. Nadie sabía que vendría una inundación de esta magnitud”, declaró ante la prensa.
Kelly explicó que la región no cuenta con sistemas de alerta temprana. “Lo que pasó supera por mucho las inundaciones del 87, cuando murieron 10 adolescentes que estaban en un campamento cerca de Comfort”, recordó.
Según CBS, la cadena estadounidense asociada a la BBC, las autoridades estatales mantuvieron reuniones durante el jueves, pero el pronóstico oficial subestimó la intensidad del fenómeno. El Servicio Meteorológico Nacional preveía lluvias de hasta 20 centímetros, pero el volumen fue mayor.
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El temor ahora es que las condiciones climáticas empeoren. Por eso, los funcionarios locales pidieron a quienes no viven en la zona que no se acerquen. Desde la oficina del sheriff se recomendó a los residentes de áreas cercanas a ríos o arroyos que se trasladen a zonas más altas para prevenir nuevas tragedias.