El programador Sebastián Videla compartió en diálogo con Radio Up su visión sobre el impacto y el rumbo que está tomando la inteligencia artificial (IA). Con un enfoque directo y sin rodeos, Videla expresó su preocupación por un escenario en el que pronto será difícil distinguir entre lo real y lo generado por máquinas.
“Va a llegar un punto en donde no vamos a saber qué es verdad y qué no, a menos que utilicemos otra inteligencia artificial que nos diga si un video es real o no”, afirmó, al hablar sobre el crecimiento de los contenidos manipulados con tecnología como el deepfake.
Videla se refirió a casos recientes donde se viralizaron imágenes y videos aparentemente reales, como una falsa aparición de Mauricio Macri o una anaconda inexistente creada con IA. En ambos casos, destacó cómo hoy todavía es posible notar errores, como movimientos extraños o cambios de elementos entre fotogramas. Sin embargo, advirtió que en un futuro cercano esas fallas podrían desaparecer ante el ojo humano, aunque no para una IA entrenada para detectarlas.
“La única forma de verificar será usar otra inteligencia artificial que identifique fallos a nivel de píxeles, iluminación o continuidad entre cuadros”, explicó.
Pero más allá del fenómeno audiovisual, Videla también se refirió al avance de la IA en el mundo laboral. Reconoció que muchos empleos —no sólo administrativos, sino incluso puestos técnicos como el de programadores— ya están siendo desplazados por sistemas automáticos.
“La inteligencia artificial creció demasiado rápido. Hace cinco años muchos pensaban que era algo de películas, pero hoy está reemplazando incluso a desarrolladores”, sostuvo.
Sin embargo, pidió no caer en el alarmismo. Comparó este proceso con otras revoluciones tecnológicas como la electricidad o la llegada de las computadoras. En ese sentido, destacó que aunque se pierdan algunos trabajos, también surgirán nuevas oportunidades.
“Es parte de la innovación. Hay que entender que estamos viviendo la cuarta revolución industrial”, remarcó.
Consultado sobre el rol de las grandes compañías, aseguró que el objetivo no se limita a mejorar celulares o computadoras, sino que apunta a automatizar la vida cotidiana, e incluso se proyecta hacia una “superinteligencia artificial” (AGI, por sus siglas en inglés), capaz de comportarse como un ser humano. Aunque él considera que esa posibilidad aún está lejana, reconoce que se están dando pasos importantes en esa dirección.
Finalmente, Videla dejó un mensaje esperanzador y de responsabilidad social: “Una cuchilla de cocina no es peligrosa en sí misma, pero sí en manos equivocadas. Con la IA pasa lo mismo. No hay que tenerle miedo, hay que aprender a convivir con ella y a usarla bien”.
En una época de cambios vertiginosos, su mirada invita a reflexionar sobre los desafíos éticos, laborales y sociales que plantea la inteligencia artificial, y sobre la necesidad de una ciudadanía digital consciente y preparada para lo que viene.
Te dejamos la entrevista completa: