La yaguareté Quiyoc fue liberada en el Parque Nacional El Impenetrable, provincia del Chaco, en el marco de un ambicioso proyecto de restauración ecológica liderado por la Fundación Rewilding Argentina, junto con el Gobierno provincial y la Administración de Parques Nacionales. Se trata de la cuarta hembra liberada en este ecosistema y su presencia es clave para lograr la recuperación de una especie en peligro crítico de extinción en la región del Gran Chaco argentino.
El proyecto comenzó en 2019, luego del hallazgo de una huella que confirmó la presencia de un macho silvestre, Qaramta, en este bosque seco subtropical de más de 128.000 hectáreas, uno de los ecosistemas más amenazados del mundo y aún poco protegido.
Una liberación histórica para la biodiversidad del Chaco
Quiyoc, cuyo nombre significa “yaguareté” en lengua qom, tiene dos años y fue criada en condiciones de semi-cautiverio, sin contacto humano, lo que le permitió desarrollar habilidades de caza para sobrevivir por sus propios medios. Es hija de Tania, una hembra en cautiverio, y de Qaramta, el primer macho silvestre registrado en décadas en esta región.
La liberación se suma a las de otras tres hembras: Keraná, proveniente del Chaco paraguayo; Miní, de Iberá; y Nalá, también nacida de la unión entre Tania y Qaramta. La presencia de estas hembras permite reactivar la reproducción natural de la especie, que hasta hace pocos años contaba con menos de diez ejemplares machos registrados en todo el Chaco argentino, sin registros femeninos durante 35 años.

“Estamos súper contentos con este proyecto de suplementación, el primero en su tipo en el mundo, que nos está permitiendo reconstruir la cuarta población reproductiva de yaguareté en Argentina”, celebró Sebastián Di Martino, de la Fundación Rewilding Argentina.
Siete libres y monitoreados
Actualmente, el Parque Nacional alberga siete yaguaretés libres, equipados con collares satelitales: tres machos —Qaramta, Tewuk y Tañhi Wuk— y cuatro hembras. Este seguimiento permite estudiar sus movimientos, hábitos alimenticios y patrones de reproducción, en un entorno donde los ríos funcionan como corredores naturales para la especie.
La liberación de Quiyoc fue celebrada también por autoridades locales y nacionales. Guillermo Díaz Cornejo, vocal de Parques Nacionales, destacó la importancia del trabajo interinstitucional; mientras que la vicegobernadora del Chaco, Silvana Schneider, expresó su orgullo por el avance de este programa de conservación.

Conservar para restaurar el ecosistema y desarrollar economías locales
La recuperación del depredador tope del continente sudamericano implica un reequilibrio del ecosistema: el regreso del yaguareté permite regular poblaciones de otras especies, lo que promueve un entorno más completo, sano y biodiverso. A su vez, genera oportunidades económicas para las comunidades vecinas a través del turismo de observación de fauna.
“El regreso del yaguareté trae beneficios ambientales y sociales. En el Pantanal brasileño, su avistamiento moviliza millones de dólares anuales. El Chaco puede seguir ese camino”, señalaron desde Rewilding Argentina.
Por eso, el proyecto no sólo apunta a la liberación de animales, sino también al desarrollo de infraestructura turística, la capacitación de prestadores locales y la promoción de economías restaurativas, donde la conservación y el bienestar humano van de la mano.
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