Bacanas convocó al primer Debate de Candidatas en la Peña Misionero Guaraní, un espacio inédito de participación política femenina que surgió tras dos conversatorios previos en Posadas y San Pedro. “La mujer quiere tener espacios de participación”, sostuvo Laura Montenegro, directora de la revista Prisma y una de las organizadoras del evento, en diálogo con Radio Up.
La jornada de Bacanas reunió a doce mujeres de distintos partidos y sublemas, quienes expusieron propuestas sobre salud, educación, discapacidad, niñez y violencia de género. A pesar de las limitaciones de tiempo y logística, la experiencia fue potente y reveladora. “Hay muchas ganas de hablar. Y de buscar soluciones”, resumió Montenegro.
La iniciativa nació de un impulso casi urgente: “Nos gusta hablar de política y no salía ya por los poros, no fue posible evitar más”, recordó Laura. El primer conversatorio se organizó en un bar, con invitadas de diversos espacios: “Esa era la idea, mostrar que las mujeres podíamos coincidir a pesar de nuestras diferencias partidarias”, explicó.
Una deuda pendiente

Desde San Pedro también llegó una convocatoria espontánea: “Decían que estamos perdiendo mucho tiempo por no juntarnos, y mientras tanto los adolescentes enfrentan problemas de adicciones, los adultos mayores y personas con discapacidad quedan desatendidos”. La política, vista desde estas voces, se convierte en una herramienta para reparar, incluir y transformar.
Pero la falta de espacio es una constante: “Las mujeres siempre están como silenciadas. Nos sacan la foto con los chicos, pero no nos dan la palabra”, denunció Montenegro. Este tipo de encuentros también exigen preparación, tanto a nivel personal como institucional: “Te exige que pienses cuáles son los criterios para seleccionar una candidata. No estamos en una lista solo para completar por una ley”.
Una realidad que se mide en datos

Según Laura Montenegro, de los más de 50 sublemas que hay en Posadas, solo 10 están encabezados por mujeres. Y a nivel provincial, la realidad no es más alentadora: “¿Cuántas intendentas hay en Misiones? ¿Seis, siete? Son repopitas. 79 municipios y apenas unas pocas mujeres al frente”.
A ello se suma la frustración de años de propuestas desoídas: “Venimos con formación académica, con trayectoria en los barrios, con militancia… Y por la condición de mujer nos queda desplazado el lugar de los aportes”.
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El testimonio de Montenegro resume un hartazgo generalizado: “Ya estamos hasta acá de esa situación. Para que salgamos nosotras, vamos de un programa de radio, vamos a un conversatorio, porque lo estamos sintiendo en la espalda”. Como resumió una de sus compañeras en el debate: “Venimos capacitándonos, súper preparadas, y siempre, si él dice, basta. Eso va”.
La voz femenina en la política dejó de ser una opción para convertirse en una urgencia. Como concluyó Laura, “no se trata de hacer una revolución, pero sí de poner límites y exigir igualdad”.