Las compañías petroleras argentinas preparan un nuevo incremento del 5% en los precios de nafta y gasoil, que se aplicaría en los próximos días. Esta decisión responde al fuerte aumento del precio internacional del petróleo, impulsado por el conflicto bélico entre Israel e Irán, que elevó el costo del crudo y presiona sobre los márgenes del sector.
Desde el sector energético advierten que los precios locales están retrasados entre un 15% y 18% en comparación con los valores internacionales. Por eso, buscan implementar ajustes graduales para evitar un aumento brusco que pueda desestabilizar el mercado y afectar la economía doméstica.

El barril de petróleo Brent, referencia para Argentina, subió desde los 63 hasta los 76 dólares en lo que va de junio, lo que representa un incremento superior al 20%. Esta escalada complica los planes del Gobierno, que venía logrando una desaceleración en la inflación gracias a la contención de precios en rubros clave como los combustibles.
Un directivo de una refinadora privada reconoció que “el contexto internacional cambió y no podemos seguir postergando el ajuste. Necesitamos recomponer márgenes”. Empresas como Puma y Shell ya comenzaron a aplicar el aumento, mientras que YPF, con mayor participación en el mercado, evalúa si se suma a esta suba en las próximas horas.

El impacto de este incremento en el índice de precios al consumidor puede ser significativo. Según la consultora EcoGo, cada 10% de aumento en combustibles implica un aumento de 0,42 puntos porcentuales en la inflación mensual. Por lo tanto, un alza del 5% podría sumar cerca de 0,21 puntos al próximo índice.
El gobierno se beneficia de dos maneras. Por un lado a partir de ahora la regulación monetaria se hará a través del mercado secundario de títulos públicos. Por otro, parte de los pesos detrás del desarme de las LEFIs volverán al BCRA a través de la cuenta del Tesoro. pic.twitter.com/wOEHjw2NUp
— @EcoGo Consultores (@EcoGoConsultor1) June 18, 2025
YPF ha mantenido una política de aumentos más moderados durante el año, con subas que van del 0,5% al 7% en distintos productos, lo que le permitió sostener precios de referencia y diferenciarse de las petroleras privadas. Esta estrategia busca equilibrar la rentabilidad con la estabilidad del mercado.
Nación tiene el desafío de mantener los aumentos sostenidos y cuidar la macro
Por otro lado, la suba del precio del crudo también tiene un efecto positivo para la balanza comercial argentina. Cada dólar adicional en el precio del barril representa un aumento anual de 80 millones de dólares en ingresos por exportaciones, principalmente gracias a la producción de Vaca Muerta, que hoy exporta más de 220.000 barriles diarios.
El economista Sebastián Menescaldi, de EcoGo, señaló que “el Gobierno enfrenta el desafío de manejar esta tensión entre los costos internos y los ingresos externos sin perder el foco en la estabilidad macroeconómica”. La clave estará en equilibrar el impacto inflacionario con los beneficios para la economía externa.