Después de cuatro décadas de extinción en estado salvaje en Argentina, una familia de nutrias gigantes fue liberada esta semana en el Parque Iberá, provincia de Corrientes, marcando un hito en la historia de la conservación de fauna en el país. Se trata de la primera reintroducción de un mamífero extinto en territorio argentino, un proyecto liderado por la Fundación Rewilding Argentina.
“Fueron ocho años de trabajo desde que decidimos recuperar esta especie hasta que abrimos las puertas del corral para devolverlas a la naturaleza”, relató Marisi López, coordinadora de Parques y Comunidades del Proyecto Iberá de Fundación Rewilding.

Un proceso largo y complejo
La nutria gigante (Pteronura brasiliensis) fue declarada extinta en Argentina hace más de 50 años. Sin ejemplares silvestres en el país, la única opción fue acudir a zoológicos europeos, gestionar permisos internacionales y trasladar a los animales hasta Corrientes.
“Trajimos un macho y una hembra desde Europa. Costó que aprendieran a reproducirse. Perdieron sus primeras camadas, no sabían criarlas. Aprendieron acá”, contó López.
Los ejemplares fueron alojados en recintos mixtos con tierra y agua. Sobrevivieron a sequías, incendios forestales y largos procesos de adaptación. El grupo liberado está compuesto por cuatro individuos: padre, madre y dos crías nacidas en Iberá.

Monitoreo, aprendizaje y nuevas liberaciones
Las nutrias fueron liberadas con arneses emisores que permiten su rastreo con antenas. Esto permite monitorear su ubicación, comportamiento y zonas de asentamiento. “Es la primera vez que se libera esta especie en el país. Cada dato que podamos obtener es valioso. Nos permite entender cómo eligen su hábitat, si nadan mucho, si están juntos o se separan”, explicó López.
Además del grupo ya liberado, hay dos familias más en formación, que permanecen en recintos de presuelta en la isla San Alonso. Si la experiencia resulta exitosa, también serán reintroducidas al ambiente en el corto plazo.

¿Cuánto viven y cómo se reproducen?
Las nutrias gigantes pueden vivir entre 20 y 25 años. Tienen camadas de entre 2 y 5 crías, aunque no siempre todas sobreviven. La reproducción no es sencilla, y la convivencia en grupo es compleja. En cada núcleo, la hembra dominante es la que se reproduce, y las otras suelen emigrar para formar nuevas familias.
“Estos animales viven en grupos y son muy sociales. Por eso no podíamos liberar solo un individuo y ver qué pasaba. Necesitábamos una familia completa y estable”, afirmó la coordinadora.

Un objetivo más allá de la especie
El proyecto de reintroducción forma parte de una estrategia de restauración del ecosistema del Iberá, que busca recuperar especies clave en peligro o ya extintas en la región, como el yaguareté, el oso hormiguero y ahora la nutria gigante. “Recuperar especies extintas es posible, pero lleva años, esfuerzo, decisiones políticas y compromiso comunitario”, remarcó López.
Desde Rewilding Argentina ya preparan nuevos pasos para ampliar la población de nutrias en libertad. La presencia simultánea de varias familias en la zona podría favorecer su reproducción y dispersión natural, ayudando a restablecer su rol ecológico.
FOTOS: RAFAEL ABUÍN, LUCINDA DI MARTINO, HORACIO BARBIERI, LUCAS BELTRAMINO
Te dejamos la entrevista completa: