“Decirle narcisista a alguien porque no funciona la relación es como diagnosticar bipolaridad porque un día estás contento y al otro triste”, ironizó Nicolás Aranda, director de Salud Mental de Misiones, en Arriba la Radio por Radio Up. El comentario no es menor: las redes sociales están plagadas de discursos sobre salud mental que muchas veces confunden más de lo que informan.
Aranda explicó que el narcisismo como trastorno existe, pero tiene criterios clínicos muy precisos. “El diagnóstico requiere ítems específicos del manual DSM, entrevistas clínicas y seguimiento. No es una etiqueta que se lanza porque alguien fue egoísta”, afirmó.
En redes, el narcisismo suele utilizarse para describir conductas controladoras o manipuladoras, especialmente en hombres en relaciones de pareja. “Eso permitió visibilizar dinámicas de poder problemáticas, pero no todo varón tóxico es narcisista”, aclaró.

Bipolaridad: mucho más que altibajos emocionales
La bipolaridad también es víctima de malentendidos. “No es simplemente tener cambios de humor. Es una condición compleja que incluye fases maníacas y depresivas bien diferenciadas, con impacto funcional en la vida cotidiana”, indicó.
Aranda subrayó que reducir estos cuadros a frases populares puede estigmatizar y perjudicar a quienes sí enfrentan estas condiciones en serio.
¿Es peligroso ser diagnosticado con narcisismo o la bipolaridd?
“No hay que hablar en términos de peligrosidad. Depende del caso y del contexto”, explicó. Cada diagnóstico tiene sus matices, y lo importante es abordar la situación con profesionalismo, evitando generalizaciones o miedos infundados.
También mencionó otros cuadros en boga como el TDAH en adultos o el trastorno límite de la personalidad (TLP), que se viralizan en TikTok o Instagram sin bases clínicas.

La salud mental es más que una tendencia
Aranda advirtió que no todo comportamiento problemático es un trastorno. Por ejemplo, una persona violenta podría estar reaccionando a una depresión no diagnosticada. “No se trata de justificar, sino de comprender para tratar correctamente”, dijo.
En ese sentido, pidió no caer en diagnósticos caseros ni en la cultura del etiquetado instantáneo. “Un profesional debe evaluar, escuchar, indagar. No hay soluciones mágicas”, insistió.

Convivir con la diferencia: un desafío sano
También destacó la importancia de los vínculos sociales como factor protector. “La escuela y el trabajo nos enseñan a convivir con otros, incluso con diferencias. Eso es parte de una salud mental robusta”, expresó.
Cuidar la salud mental, remarcó, es también conectar con algo que trascienda el placer inmediato. “Leer, crear, compartir con otros. Hay que apostar a algo más grande que el narcisismo o el egoísmo de lo inmediato”, concluyó.
Te dejamos la entrevista completa con Nicolás Aranda: