Una ola de incertidumbre y polémica sacude al ámbito de la salud en Argentina. El Ministerio de Salud de la Nación ha puesto la lupa sobre los recientes exámenes de residencias para profesionales de la salud, luego de detectar resultados que califican como “incongruentes” con los parámetros históricos. De los 10.225 resultados computados, una gran mayoría de aspirantes obtuvo más de 90 puntos sobre 100 preguntas, una cifra que encendió las alarmas de las autoridades.
La situación es especialmente llamativa en el concurso unificado para medicina, que reunió a aproximadamente 8.000 médicos el pasado 1 de julio en la sede del Parque Roca en la Ciudad de Buenos Aires. Los puntajes altos, que según acusa el gobierno nacional se “desvían” drásticamente de las tendencias históricas de estos exámenes, trazaron la posibilidad de posibles irregularidades en el procedimiento de toma o evaluación de las pruebas.

Analizan la posibilidad de volver a tomar los exámenes
Ante este panorama, el gobierno evalúa no solo la posibilidad de volver a tomar los exámenes para los postulantes que obtuvieron 86 puntos o más, sino también la de iniciar una profunda investigación para deslindar responsabilidades y determinar si hubo trampas o filtraciones.
Andrea Pezzarini, ex residente del hospital Pirovano, en diálogo exclusivo con La Última Rosca, programa que se emite de lunes a viernes de 18 a 20 por Radio Up brindó su perspectiva sobre la situación y el impacto en los profesionales. “No se sabe mucho más de lo que están informando las fuentes oficiales. Hablan de más de 200 profesionales que habrían hecho trampa por la incongruencia con sus antecedentes académicos”, explicó Pesadini, destacando la preocupación entre los colegas que sí se esforzaron y ahora deberán rendir nuevamente. “La pregunta es, ¿qué pasó? ¿Por qué hubo fraude? Si esto nunca había pasado… ¿Hay alguien que vendió el examen?”, cuestionó.
Los exámenes de residencia se toman una vez al año y son de vital importancia para la formación de los profesionales de la salud. Consisten en un examen de cien preguntas de opción múltiple, que se promedia con los antecedentes académicos del postulante para generar un orden de mérito. Este ranking determina la elección del hospital o efector de salud donde el residente se formará. La posibilidad de un nuevo examen, sumada a la incertidumbre sobre las causas del presunto fraude, genera un enorme estrés y desazón entre los afectados, que se preparan intensamente durante meses para esta instancia.
Un punto crítico que subyace a esta controversia es la disminución constante del número de aspirantes a las residencias en los últimos años, un fenómeno que se observa especialmente en especialidades como pediatría, clínica médica, medicina general, neonatología y terapia intensiva. Pezzarini atribuyó esta tendencia a los bajos salarios, la alta carga horaria y el régimen intensivo que caracterizan a las residencias.
“Hay más cargos que gente que aspira a concursarlos”, lamentó, señalando que, en lugar de mejorar las condiciones laborales, el gobierno parece estar precarizando aún más el sistema. La ex residente enfatizó que la discusión principal no radica en la extensión de la carrera de medicina, sino en la crisis salarial y las condiciones laborales que desalientan a los jóvenes profesionales a ingresar al sistema de residencias, donde los residentes de primer año, en particular, realizan una cantidad significativa de guardias no pagas.

La investigación de los exámenes también en la nacionalidad de los postulantes
El foco de la investigación también se ha puesto en la nacionalidad de los postulantes. Si bien no hay confirmaciones oficiales, trascendió que un número considerable de los aspirantes con puntajes sospechosamente altos son extranjeros, lo que ha generado un debate sobre un posible tinte de xenofobia en la discusión, como lo manifestó Pesadini. “Hacer hincapié en los extranjeros me parece que tiene más que ver con un tinte de xenofobia por parte del gobierno”, afirmó, aunque sin negar la necesidad de investigar cualquier posible irregularidad.
Por el momento, la incertidumbre reina. No hay una fecha oficial para la repetición de los exámenes para los afectados, y la situación de los profesionales de otras ramas de la salud (kinesiólogos, bioquímicos, nutricionistas, trabajadores sociales, etc.) que también rindieron el concurso unificado, es aún más difusa, ya que la discusión pública se ha centrado principalmente en las residencias médicas.
El escándalo de los exámenes de residencia se suma a una serie de denuncias de irregularidades en concursos públicos en Argentina, como los exámenes de idoneidad para empleados del Estado Nacional. Todo esto ocurre en un marco de búsqueda de transparencia por parte del gobierno en la adjudicación de cargos y contratos estatales.
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