La magia de Lionel Messi esta vez no alcanzó. En una noche para el olvido, Inter Miami cayó 3-0 ante FC Cincinnati en el estadio TQL y vio frustrada su seguidilla de cinco victorias consecutivas en la MLS. El equipo de Javier Mascherano mostró una versión apagada y vulnerable, con errores defensivos y una preocupante dependencia del rosarino.
La visita a Ohio marcó el final de una buena racha, justo en la semana en que se cumplieron dos años del desembarco de Messi en la MLS. Pero el capitán no logró prolongar su propia seguidilla de cinco dobletes al hilo, y su equipo volvió a sufrir su falta de acompañamiento.
El que sí brilló fue Luca Orellano, el extremo argentino surgido en Vélez, que tuvo una actuación determinante: asistió en el primer gol y participó en la jugada del tercero. Con gambetas, desequilibrio y visión de juego, fue una pesadilla para la defensa de las Garzas. “El 1-0 estaba justificado, premiaba al equipo que mostraba más ambición”, admitieron desde el entorno de Inter Miami tras el partido.
Durante la primera media hora, Inter Miami fue una sombra: sin remates al arco, sin presión alta y sin ideas. Messi gritaba en la cancha buscando respuestas de sus compañeros, pero la pelota le llegaba poco y mal. Sin Federico Redondo (baja por un estado febril), el mediocampo se vio desbalanceado. Benjamín Cremaschi acompañó a Busquets en el doble pivote, sin éxito para cortar los avances rivales.

En ese contexto, llegó el primer golpe. Orellano desbordó a Marcelo Weigandt, dejó en el camino al ex Boca, y asistió a Gerardo Valenzuela, que definió cruzado para el 1-0. El segundo fue obra del brasileño Evander, que apareció solo por el centro y aprovechó la pasividad de Cremaschi y Avilés para marcar de zurda.
El tercer tanto, ya con un Inter Miami desordenado, fue nuevamente generado por Orellano. Enganchó desde la derecha, sacó el zurdazo, y tras el rebote del arquero Rocco Ríos Novo, apareció Evander para firmar el 3-0 final.
Oscar Ustari, el arquero titular, se retiró lesionado en el primer tiempo tras un esfuerzo fuera del área. Su lugar lo ocupó Ríos Novo, que poco pudo hacer para evitar la goleada.
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Messi tuvo algunas intervenciones destacadas, sobre todo en el final del primer tiempo: un pase de cabeza de Luis Suárez, una jugada en la que dejó a tres rivales en el camino y un remate desde la frontal. Pero sus intentos individuales no encontraron respaldo. En el complemento, su zurda rozó el descuento con un disparo combado que se fue cerca del poste.
El capitán argentino también sufrió un golpe en la pierna izquierda, tras chocar con Hadebe dentro del área. Quedó dolorido, pero pudo terminar el partido sin secuelas visibles.
Más allá del resultado, la actuación de Inter Miami expuso la fragilidad de un equipo sin brújula colectiva, a la espera de un refuerzo que le aporte equilibrio y energía en el medio. La incorporación de Rodrigo De Paul, anunciada esta semana, aparece como una necesidad urgente para un equipo que depende en exceso de los momentos de inspiración de Messi.
Paredes vuelve a la lista y Cavani está OK: Boca recibe a Unión este viernes en La Bombonera ⚽ https://t.co/uUdiqBAqlU
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