La incontinencia es una problemática de salud que afecta a entre el 8 y el 10% de la población argentina, según estimaciones médicas, y puede llegar al 30% en personas mayores de 60 años o mujeres con antecedentes de partos múltiples.
Pese a su prevalencia, sigue siendo una condición invisibilizada por la vergüenza, los mitos y el desconocimiento. En el marco de la Semana Mundial de la Continencia, expertos destacan la importancia de abordar este tema con información, empatía y herramientas concretas para la prevención y el tratamiento.

No es solo cosa de adultos mayores
“Es un error pensar que la incontinencia solo afecta a personas mayores”, sostiene el Dr. Rubén Miravalle, presidente de la Asociación Argentina Lucha Contra la Incontinencia.
Según el especialista, una de las principales causas es el traumatismo obstétrico, especialmente en mujeres jóvenes tras partos prolongados, uso de fórceps o bebés de gran tamaño. También pueden influir cirugías anorrectales y tratamientos como la radioterapia.
En muchos casos, se presentan incontinencia urinaria y anal de manera combinada, debido a lesiones neuromusculares que comprometen ambos sistemas.

Impacto en la calidad de vida y salud mental
Más allá de los síntomas físicos, la incontinencia tiene fuertes consecuencias emocionales y sociales. “Es una enfermedad totalmente desvalorizante para el paciente”, afirma el Dr. Miravalle. “Afecta múltiples aspectos de la vida cotidiana, generando vergüenza, tristeza e incluso aislamiento social”.
Por eso, la detección temprana y el acceso al tratamiento son fundamentales para evitar que el cuadro avance y derive en consecuencias más complejas.
La medicina ha logrado notables avances terapéuticos para tratar la incontinencia:
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Reparación quirúrgica del esfínter anal
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Neuromodulación sacra, considerada una de las terapias más eficaces
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Terapias celulares: uso de células madre y plasma rico en plaquetas para regeneración de tejido muscular
Estas opciones, junto con abordajes personalizados, han mejorado la calidad de vida de miles de pacientes.
La prevención comienza antes del parto
La prevención es clave, especialmente en mujeres embarazadas. Algunas prácticas recomendadas:
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✅ Kinesiología del suelo pélvico
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✅ Técnicas correctas de pujo durante el parto
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✅ Ejercicios de fortalecimiento perineal
Estas medidas ayudan a reducir el riesgo de lesiones obstétricas, una de las principales causas de incontinencia futura.
En esta Semana Mundial de la Continencia, el mensaje es claro:
- La incontinencia no es un destino inevitable ni una condena silenciosa.
- Hay información, acompañamiento y tratamientos eficaces disponibles.
- Consultar a un profesional es el primer paso para mejorar el pronóstico y recuperar la confianza y el bienestar.