La situación en el Hospital Garrahan llegó a un punto crítico. Tras una masiva movilización a Plaza de Mayo, el bioquímico Pablo Gravina (jefe de clínica del Laboratorio de Biología Molecular Genética) denunció en el programa La última rosca por Radio Up que el hospital atraviesa una de sus peores crisis. Afirmó que hay desgaste, maltrato, parálisis administrativa y un éxodo de personal nunca antes visto.
“Renunció la presidenta del Consejo de Administración, las nuevas autoridades no dan respuestas, y hay una sensación desesperante. El Gobierno no se presentó a la audiencia en la Secretaría de Trabajo”, relató Gravina, quien trabaja en el laboratorio del hospital.
La columna de médicos, enfermeros y empleados del Garrahan llevaron adelante la protesta con almohadones con corazones, que fueron exhibidos a bordo de vehículos que rodearon la Plaza de Mayo, en el marco de un paro de 48 horas que comenzó ayer.
La Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) de la institución pediátrica había convocado a concentrarse en el Obelisco para marchar hacia Plaza de Mayo, donde se realizó un abrazo simbólico “en defensa del hospital”. La movilización tuvo el apoyo de sindicatos, agrupaciones culturales, madres y padres de pacientes y la presencia de los artistas Teresa Parodi, Yamila Cafrune, Bersuit Vergarabat, Kapanga, La Delio Valdez y Verónica Llinás, entre otros.

“No hay aumento, pero sí amenazas y descuentos”
El profesional explicó que las medidas de fuerza se mantienen sin solución a la vista, mientras las autoridades del hospital intentan declarar ilegal la huelga y avanzar con descuentos salariales.
“Llamaron a conciliación obligatoria pero luego nos trataron de ñoquis, de militantes, rompieron el diálogo y pidieron que se nos descuenten los días de paro. Todo sin hacer una sola oferta salarial”, denunció.
Además, reveló que la mejora anunciada por el Gobierno solo alcanzó a los residentes de primer año, y no al resto de los 4.700 trabajadores del hospital. “Les ofrecieron un bono no remunerativo, que genera más inequidad. Y el resto del equipo médico quedó afuera. No hay recomposición para quienes llevamos años trabajando”.

Renuncias masivas y atención en riesgo
Uno de los puntos más alarmantes de la entrevista fue el abandono paulatino del personal altamente capacitado, fundamental para la atención pediátrica de alta complejidad.
“Más de 200 profesionales renunciaron en el último año y medio. Cada semana se va alguien. Son bioquímicos, neurólogos, especialistas formados durante más de 14 años. No hay reemplazos ni llamados a concurso”.
Gravina subrayó que esto afecta directamente la calidad de la atención: “Se quiebran equipos enteros. Reprogramamos cirugías, redujimos derivaciones y ya hay días donde el hospital se vacía porque las familias del interior saben que estamos en conflicto”.

Deterioro salarial extremo
El bioquímico señaló que el reclamo no es nuevo, pero el deterioro se agravó dramáticamente en los últimos 18 meses: “Desde noviembre de 2023 perdimos casi el 100% del poder adquisitivo. Si nuestros salarios se hubieran actualizado por inflación, hoy cobraríamos el doble. Pero no llegamos a fin de mes”.
“Un residente, con años de formación, gana 1.700.000 pesos. Parece mucho, pero no lo es para alguien con tanta responsabilidad y dedicación”, explicó.

FOTO NA: DAMIAN DOPACIO
Insumos recortados y temor al colapso operativo
Aunque aclaró que el falta de insumos no es aún el principal problema, Gravina alertó que algunas áreas ya trabajan con recortes del 10% al 30% en materiales clave, lo que podría comprometer diagnósticos de alta complejidad en poco tiempo.
“Nos pidieron reducir un 10% los insumos de laboratorio. En áreas de bioinformática o anatomía patológica ya hay recortes más severos. Si esto sigue, la atención será inviable”.
Te dejamos la entrevista completa: