En la mañana del día de hoy, viernes 2 de mayo, trabajadores del Vaticano colocaron la emblemática chimenea sobre la Capilla Sixtina: el conducto por el que, a partir del 7 de mayo, saldrá el humo que anunciará si hay o no un nuevo Papa. Con ese gesto discreto, casi inadvertido entre los turistas que visitaban la plaza de San Pedro, el Vaticano activó oficialmente la cuenta regresiva para el próximo cónclave.
Un grupo de cinco bomberos de la Santa Sede subió al tejado del edificio para instalar el humero. Aunque la operación se realizó sin mayores sobresaltos, algunos curiosos notaron el movimiento, registraron la escena con sus celulares y la compartieron en redes sociales.
A partir del miércoles 7 de mayo, 133 cardenales se encerrarán en la Capilla Sixtina para votar al sucesor del Papa Francisco. Cada jornada del cónclave contará con cuatro votaciones: dos por la mañana y dos por la tarde.
Tras cada bloque de votación, los cardenales queman las papeletas en una estufa especial. Si no se alcanza un acuerdo, una mezcla química especial hará que el humo que salga por la chimenea sea negro, señal de que todavía no hay nuevo Sumo Pontífice. En cambio, si se llega al consenso necesario, el humo blanco anunciará al mundo el tradicional “Habemus Papam”.
El procedimiento mantiene su fuerza simbólica y ceremonial intacta, a pesar del paso del tiempo. Mientras tanto, el mundo observa con expectativa la llegada de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.