El último estudio de opinión pública de la consultora Zuban Córdoba y Asociados, realizado entre el 7 y el 9 de junio de 2025, deja en evidencia un fenómeno que atraviesa de lleno la realidad económica y emocional de los argentinos: la gran mayoría no tiene ahorros en dólares, y entre quienes los poseen, predomina la desconfianza hacia los planes del gobierno para “remonetizar” la economía.
Según los datos recolectados sobre una muestra nacional de 1.500 personas mayores de 16 años, en el informe de Zuban-Córdoba llamado “Tus dólares tu decisión”, solo un 19,9% reconoce tener dólares guardados. La cifra refleja no solo la pérdida sostenida del poder adquisitivo, sino también el carácter restringido de una práctica que históricamente fue símbolo de resguardo: el ahorro en moneda dura, fuera del sistema financiero formal.
De ese escaso porcentaje de ahorristas, apenas un 12,2% se muestra dispuesto a blanquear esos dólares en el régimen recientemente propuesto por el gobierno nacional. En contrapartida, un contundente 45,7% asegura que continuará guardándolos, sin intención de moverlos.

No quieren ser obligados a gastar los dólares
Más tajante aún es la postura ante el intento oficial por incentivar el uso del “dólar colchón”. La frase evaluada en la encuesta —“Lo último que se me ocurre es gastar los dólares porque Milei y su gobierno me lo piden”— obtuvo un 57,8% de acuerdo, mientras que solo el 36,6% se manifestó en desacuerdo. Otra consigna, “Cuando los ministros de Milei traigan sus dólares del exterior, voy a gastar los míos”, cosechó un 45,4% de acuerdo, también marcando distancia con las expectativas del oficialismo.
La directora de investigación, Ana Paola Zuban, y el director general del estudio, Gustavo Córdoba, subrayan que el rechazo no distingue afinidades políticas, sino que expresa una desconfianza más estructural. “Mis dólares, mi decisión”, podría sintetizar el sentimiento dominante, independientemente de la postura frente al presidente o sus funcionarios.

Este resultado se conoce en un contexto donde el equipo económico promueve mecanismos de incentivo al blanqueo, intentando canalizar parte de esos dólares ahorrados —históricamente fuera del sistema— hacia circuitos formales de inversión y consumo. Sin embargo, la encuesta deja claro que ese objetivo enfrenta un techo cultural y emocional, además de económico.
La consultora también aclara que el estudio fue realizado antes de la condena a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por lo que los datos no reflejan el posible impacto de ese hecho en la percepción pública.

Un reflejo del humor social
El informe —que combina metodología CAWI (70%) y mailing (30%)— también advierte que los argentinos responden con una lógica más emocional que ideológica ante el manejo de sus finanzas personales. La falta de confianza en las autoridades y el temor a una nueva crisis financiera o confiscación futura persisten como elementos condicionantes del comportamiento económico.
En este sentido, la baja disposición a utilizar los ahorros refleja no solo cautela, sino una ruptura en la relación entre la ciudadanía y el Estado. Y aunque los planes de blanqueo busquen dinamizar la economía, la realidad es que el bolsillo, como dice el informe, sigue siendo el órgano más sensible de los argentinos.
