El despido de Roxanna Gerega, una trabajadora con casi tres décadas de antigüedad en la parroquia San Pedro y San Pablo de Apóstoles y que fue desvinculada este martes pasado, provocó un fuerte revuelo en la comunidad religiosa local. Ante las críticas, el párroco Alejandro Cañete explicó que la decisión se tomó en consenso con el Obispado de Posadas y se debió a una necesidad de ajuste presupuestario.
“Nosotros, en primer lugar, jurídicamente no echamos a nadie: prescindimos de sus servicios, canonizando la ley civil. La Iglesia tiene derecho propio, pero sigue la ley civil”, aclaró el padre Cañete. Allí, negó que se tratara de una medida arbitraria y afirmó que se respetaron los pasos administrativos correspondientes.
El sacerdote se refirió también al difícil panorama económico que atraviesa la institución. “Yo de alguna manera tuve que hacer un discernimiento sobre la situación económica de la parroquia. Tengo dos personas que me generan mucha inversión por tantos años de trabajo”, explicó. En ese contexto, remarcó que la Iglesia, como muchas otras organizaciones, también sufre las consecuencias del ajuste económico que impacta a nivel nacional.
En cuanto a los motivos concretos de la desvinculación de Gerega, Cañete argumentó que “es una persona que está cobrando el 60% de su sueldo por antigüedad y es mucho dinero para la parroquia. Nos genera un déficit tremendo”.
El párroco también brindó detalles financieros: “Tengo que desembolsar entre Roxanna y la otra señora que trabaja 1.600.000 pesos, más la AFIP da 2.500.000 pesos, cuando la colecta de la parroquia da 500.000 o 600.000 pesos por semana. Entonces, no llegamos”, explicó.
En una comparación con la economía familiar, Cañete ilustró: “Lo que me tocó hacer es sentarme como lo haría un papá o una mamá a ver en qué se puede gastar y en qué no”.
A pesar de la medida, aseguró que Gerega recibirá todos los derechos laborales correspondientes, incluyendo una indemnización de gran magnitud. “Esos 33 millones de pesos que le tengo que indemnizar me genera un déficit, pero de acá a cuatro meses tengo un superávit, y en ocho meses tengo un superávit de 50 millones de pesos, con lo cual yo puedo manejarme de otra manera. Tengo 26 capillas, no solo la parroquia”, manifestó.
La reacción de los feligreses en Apóstoles
Las declaraciones llegan en medio de una fuerte reacción de feligreses, quienes enviaron una carta al obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, manifestando su desacuerdo con la decisión. En la misiva, los fieles resaltaron la trayectoria de Gerega, su compromiso con la comunidad de Apóstoles y su disposición para con la Iglesia.
Sin embargo, el padre Cañete insistió en que la decisión fue tomada junto al obispado y no de forma unilateral. “El obispo es el responsable primero de la diócesis y de esta persona que está ligada al obispado de Posadas. Yo como cura párroco no puedo prescindir de nadie sin antes haberlo conversado ni haber hecho trámites con el obispo. Sobre la arbitrariedad, no es así porque el obispo tiene conocimiento total sobre la decisión que se tomó”, aseguró.
Por último, el sacerdote sostuvo que la parroquia continúa funcionando con normalidad. “Hoy yo no tengo problema para atender la parroquia. Ella venía a trabajar y cumplía su horario, pero en ese horario puedo estar yo también. No me genera una situación que no hay nadie que atienda la parroquia”, concluyó.
Productores yerbateros se reunirán en San Pedro ante la caída del precio de la hoja verde. Presentan ley para crear centro de acopio y sello de calidad misionera. No descartan paro https://t.co/U42vo5HljY pic.twitter.com/N4qO7PN4C8
— Radio Up 95.5 (@radioup955) July 18, 2025