Guardaparques del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables desmantelaron un campamento furtivo y secuestraron una red de pesca ilegal de grandes dimensiones en el Lago Urugua-í.
El operativo, realizado el sábado mediante patrullaje lacustre en la zona de Isla Palacio, reforzó la tarea macro de vigilancia para proteger la biodiversidad de esta importante área natural protegida.
Hallazgo
La intervención se enmarcó en las tareas de prevención y control ambiental, con especial atención en Isla Palacio, un punto estratégico históricamente vulnerable a incursiones ilegales.
Durante el recorrido en lancha, el equipo de guardaparques identificó señales de presencia humana en un área de naciente.
Al internarse en la vegetación, constataron la existencia de un campamento precario armado por cazadores y pescadores furtivos, que se encontraba operativo.
Aunque no se encontraron personas en el lugar, la infraestructura improvisada —compuesta por elementos de acampe, restos de alimentos, fogones y herramientas asociadas a la captura de fauna— evidenciaba su uso reciente.
La instalación fue completamente desmantelada y retirada para inutilizar el lugar como base de operaciones ilegales y prevenir nuevos asentamientos.
La presencia de campamentos furtivos en nacientes representa una amenaza directa no solo para la fauna silvestre, sino también para los cursos de agua y el equilibrio ecológico de toda la cuenca del Lago Urugua-í, que cumple una función clave en la
regulación hídrica regional.
Secuestro
Además del hallazgo en tierra, el equipo que patrullaba en lancha detectó una red de pesca ilegal armada en pleno cuerpo de agua. La estructura, de aproximadamente 50 metros de largo por 2 metros de alto, se encontraba sumergida y sostenida por boyas improvisadas.
Este tipo de redes representa una amenaza significativa para la biodiversidad acuática, ya que atrapan indiscriminadamente peces de distintas especies y tamaños, incluidas aquellas protegidas por la normativa provincial.
La red fue retirada de inmediato y se labró el acta correspondiente, dejando constancia del secuestro de todos los elementos vinculados a esta actividad no autorizada.
La pesca en el Lago Urugua-í está estrictamente regulada, y el uso de redes de este tipo está expresamente prohibido por su carácter depredador.
Labor silencioso
La detección de estos métodos ilegales refuerza la importancia de los patrullajes periódicos y el control territorial sostenido, especialmente en zonas de difícil acceso.
La complejidad del territorio y la persistencia de algunos actores ilegales obligan a mantener una presencia activa de los cuerpos de fiscalización, no solo por la sanción de las infracciones, sino por su función disuasoria.
La labor de los guardaparques del Ministerio de Ecología es constante y combina funciones de fiscalización, educación ambiental, monitoreo de fauna y acompañamiento a investigadores.
El Lago Urugua-í, un espejo de agua artificial clave dentro del sistema ecológico del norte misionero, alberga altos niveles de biodiversidad y constituye un refugio para numerosas especies, muchas de ellas endémicas o en peligro de extinción.
La prevención es un enfoque central, buscando desalentar la instalación de campamentos furtivos y la depredación de especies protegidas. La simple presencia de los guardaparques y los recorridos periódicos funcionan como una advertencia visible.
El desmantelamiento de este campamento y la incautación de la red son un reflejo del trabajo paciente y sostenido que busca cuidar el patrimonio ambiental de Misiones, reforzando la presencia del Estado y el compromiso por la preservación del ambiente como un bien público y un legado para las futuras generaciones.