La situación económica de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en Argentina es “alarmante”, según Julián Moreno, presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APyME). En diálogo con Radio Up, Moreno brindó un diagnóstico sombrío del primer tramo del año, marcado por la caída del poder adquisitivo, el limitado acceso al crédito y un preocupante aumento en la morosidad.
Los datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA) respaldan esta preocupación. La morosidad en tarjetas de crédito alcanzó en marzo su nivel máximo en tres años, y el rechazo de cheques en abril marcó un récord en los últimos cinco años, un indicador inequívoco de las dificultades en la cadena de pagos. Además, el acceso al mercado de capitales y a los créditos para las Pymes se ha vuelto extremadamente limitado, con tasas bancarias que se mantienen muy elevadas.
Moreno enfatizó que la política económica actual está “perjudicando mucho” al sector que representa, ya que “ataca al mercado interno, ataca al poder adquisitivo, el salario, por ende, el mercado en el cual los Pymes nos movemos.” Para el presidente de APyME, ningún beneficio fiscal puede reemplazar la falta de ventas. “Si uno no vende, no hay reducción de impuesto que le permita vivir”, sentenció, subrayando la necesidad urgente de “activar el mercado, activar la venta de productos” mediante la “recuperación del poder adquisitivo del salario”, sostuvo en diálogo con Radio Up.
A esto se suma la drástica reducción del gasto público, que afecta a las Pymes vinculadas a la obra pública y otros servicios para el Estado. Las empresas industriales, por su parte, enfrentan un importante aumento en los costos de energía e insumos. “Es un combo donde no se zafa ninguno, nadie sale ileso con este modelo”, afirmó Moreno, quien considera que el actual esquema está “orientado al mundo financiero”, dejando a la economía real y al mercado interno en una situación precaria.
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La Cadena de Pagos: Un Efecto Dominó hacia el “Drama Social”
La preocupación del BCRA por la cadena de pagos es compartida y amplificada por APyME. Moreno describió la situación como un “efecto dominó”. Cuando los pagos no llegan o se demoran, las Pymes “empiezan a derivar” los problemas. “El tema es cuando eso ya te impide pagar la quincena”, advirtió.
Para el titular de APyME, este escenario es el “inicio de un deterioro, de un desmoronamiento que va a terminar en complicarse el pago de salarios y eso va a derivar en un drama social”. Con una claridad preocupante, Moreno comparó la situación con una historia conocida: “Esta es una película que conocemos el final y la que no podemos dejar de verla”. Remarcó que el país transita un proceso de “acumulación por revalorización financiera”, donde la economía real se deteriora hasta que “algo le pone el freno”.

Desafíos y Perspectivas Desalentadoras
Consultado sobre posibles soluciones, Moreno fue contundente al señalar que el problema de fondo es estructural y radica en “cómo se maneja la economía argentina” y su posición en el escenario mundial como “permanentes deudores”. Desde hace décadas, el país vive “pagando deudas e intereses”, lo que impide que los recursos nacionales se destinen a los argentinos y al desarrollo. “Si no cambiamos esa estructura de endeudamiento permanente y pago permanente, los que vivimos de la economía real y fronteras adentro de Argentinano podemos salir de este subdesarrollo crónico”, sostuvo.
Para el día a día de las Pymes, la solución sigue siendo el impulso del consumo. “Necesitamos que los trabajadores ganen más y activen el mercado interno, es tan simple como eso, necesitamos consumo, necesitamos gasto público, necesitamos actividad económica”, insistió. Sin embargo, reconoció la dificultad de implementar estas medidas, ya que implica “ponerse en frente a actores muy poderosos” en un panorama político “disperso”.
Moreno también se refirió a la “competencia desleal” en las zonas fronterizas, donde los ciudadanos cruzan en busca de precios más bajos, generando un perjuicio para las Pymes locales y el país. Atribuyó esta situación a una moneda “muy valorizada a costa de endeudar al país muchísimo”, permitiendo un “negocio financiero jugoso” que, sin embargo, genera “estas contrapartes” en la economía real. Las importaciones crecen entre “el 30 y el 50 por ciento”, mientras las exportaciones apenas avanzan, una situación “insostenible”.
Finalmente, respecto al pago del aguinaldo, Moreno proyectó un panorama complejo. Si bien algunas empresas con “cierta salud bancaria” pueden acceder a créditos específicos, aquellas con problemas en la cadena de pagos se enfrentarán a dificultades. “Es probable que las cuotas las termine recibiendo el trabajador”, advirtió, un escenario que marcaría “el inicio de un escenario oscuro”.
El pronóstico de APyME es claro: “No hay ningún cambio que genere mayor actividad, sino que se toman más deuda y, por tanto, a ser requisito, mayor ajuste para poder pagar más intereses. Esto va a empeorar”. La entidad recalca la urgencia de reactivar las ventas, recuperar el poder adquisitivo del salario y desalentar el crecimiento de las importaciones para evitar que “este escenario crítico” se profundice aún más.
El Vía Crucis de la Pyme: Entre la Cadena Rota y la Competencia Desleal
Moreno, destripa la fragilidad de la cadena de pagos como un efecto dominó que no perdona. No es una teoría de pizarrón, sino el día a día de quien espera una transferencia que no llega o un cheque que rebota como pelota de frontón. Cuando las Pymes no cobran, el engranaje se traba. Ese llamado del cliente pidiendo “15 días más” no es una anécdota; es el primer aviso de que la quincena no se paga, los salarios peligran y, como bien advierte el presidente de APyME, se gesta un “drama social”. Es la bancarrota que empieza de a uno, pero amenaza con arrastrar a miles, mientras el Banco Central cuenta los cheques rechazados como si fueran las cuentas de un rosario de penurias. Moreno no pinta un cuadro, sino una película que ya hemos visto, con un final que nadie quiere repetir: la acumulación financiera devorando la economía real.
Un Peso que devora el Mercado Interno
Y si la asfixia interna no fuera suficiente, Moreno pone el dedo en la llaga del comercio internacional, esa “competencia desleal” que se ve en cada frontera. La paradoja es cruel: el mismo peso que el presidente de la Nación llamó “excremento” en campaña, hoy es la moneda que más se valoriza a nivel mundial, pero a costa de endeudar al país de forma salvaje. Esa “valorización”, ese “negocio financiero jugoso” de un carry trade insaciable, se traduce en una estampida de argentinos cruzando la frontera para comprar, y en un país que importa “entre el 30 y el 50 por ciento” más que antes. Mientras tanto, las exportaciones apenas gatean. Moreno es claro: esto no solo destruye a la Pyme fronteriza, sino que genera un déficit comercial insostenible, vaciando las arcas y volviendo al país más vulnerable. Es la “viveza” de unos pocos ahogando el futuro de todos.