La tierra de la libertad, fraternidad e igualdad, la gran madre de las revoluciones europeas marcó un antes y un después en la política mundial. Como fruto de la gran revolución francesa, nació un personaje implacable, avasallante, y que supo amenazar la estabilidad de todas las monarquías europeas, nada más y nada menos que Napoleón Bonaparte, el resto de la historia se cuenta sola. A lo largo de su historia, Francia fue cuna de personajes que para bien o para mal, dejaron un legado indiscutible, y el apellido que hoy nos trae aquí es de Le Pen.
El fundador del partido conservador “Frente Nacional”, comenzó su carrera política durante los años 50, cuando fue electo diputado, el mas joven en ocupar un escaño. A lo largo del siglo XX, Jean Marie supo reelegirse constantemente en la Asamblea Nacional (equivalente a la Cámara de Diputados de la Argentina). En los 90, Jean Marie fue electo diputado para el Parlamento Europeo, sin embargo, luego fue expulsado del mismo, por el tribunal de justicia europeo.
Jean Marie tuvo una exitosa carrera política, hasta que fue expulsado de su propio partido, el exdiputado realizó polémicas declaraciones que hacían alusión a la negación del holocausto, esto desencadenó en su tumultuosa expulsión, para luego fundar “Commités Jeanne”, luego de 7 días de comenzado el 2025, uno de los hombres más controversiales de Francia, pero dejó a su hija Marine Le Pen, como heredera de su polémico apellido.
Con un discurso fuertemente nacionalista y antieuropeísta, la líder de Agrupación Nacional supo hacerse su paso hasta llegar a las puertas de la presidencia, sin embargo, hace unos días todos sus sueños fueron truncados, ya que fue encontrada culpable por malversar fondos destinados a financiar su partido. Durante años, Marine intentó limpiar la imagen de su partido, expulsando a todo aquel miembro que haya simpatizado con las ideas nazis, y ni siquiera su propio padre Jean Marie, se salvó de la limpieza, y fue expulsado del partido que el mismo creó.
La ambición desmedida de Marine por llegar a la presidencia la hizo tomar decisiones de alto riesgo, llevando a su partido a ganar espacios impensados unos años atrás. Elecciones tras elecciones, Agrupación Nacional supo darle pelea al partido oficialista, e hizo al resto de Europa mirar con mucha preocupación el ascenso de Le Pen, con todo lo que sus ideas nacionalistas traían a cuestas, además sentían que con Agrupación Nacional triunfando, envalentonaría a las demás agrupaciones nacionalistas en diferentes países del viejo continente.
Actualmente todos los sueños de Le Pen han sido sepultados, dándole un respiro y una sonrisa al presidente Macrón, y a todo el resto de Europa. El tiempo dirá si su partido logra mantenerse firme a pesar de que el apellido Le Pen ya no podrá batallar en futuras contiendas electorales.