El juicio oral contra el exdiputado Germán Kiczka y su hermano Sebastián atraviesa su última semana. Este lunes 14 de abril, a partir de las 8:30, ocho testigos prestarán declaración ante el Tribunal Penal que los juzga por delitos relacionados con material de abuso sexual infantil. Entre ellos figura la psicóloga oficial del caso, Luisella Lorenzo.
Ambos enfrentan cargos por tenencia, distribución y facilitación de contenido sexual infantil. Además, Sebastián Kiczka está imputado por un hecho de abuso sexual a una menor ocurrido en Apóstoles, ciudad de residencia de los acusados. Hasta la semana pasada, más de 40 personas testificaron, en su mayoría integrantes de las fuerzas que participaron de la investigación y el proceso penal.
El tribunal, conformado por los jueces Gustavo Bernie, Viviana Cukla y César Yaya, recibirá ahora testimonios de personas vinculadas al entorno personal de los imputados. Todos los testigos convocados para esta jornada tienen domicilio en Apóstoles.
Durante la instrucción, una pericia psicológica determinó que los hermanos presentan una inclinación a la pedofilia y un trastorno de preferencias sexuales. La defensa intentó invalidar el informe y solicitó que la declaración de la psicóloga se incorporara por lectura, pero el tribunal la convocó a testificar de manera presencial.
La fiscalía considera este testimonio como una prueba relevante para sostener su acusación en el proceso. La etapa de alegatos comenzará tras estas audiencias, y la sentencia está prevista para el 16 de abril.
Una investigación internacional que recayó en los Kiczka
La causa comenzó con allanamientos realizados en febrero, en el marco de la operación internacional “Guardianes Digitales de la Niñez”. Las autoridades secuestraron dispositivos electrónicos con contenido ilegal. En julio, una fiesta clandestina con presencia de menores y consumo de alcohol sumó nuevas pruebas al expediente.
El 6 de agosto, un nuevo procedimiento aportó más evidencia. Días después, la Legislatura de Misiones desaforó a Germán Kiczka. El 26 de agosto, Interpol emitió una alerta roja y, al día siguiente, el Gobierno de Misiones ofreció una recompensa para quien aportara información sobre su paradero.
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La policía detuvo a Germán Kiczka el 28 de agosto en Loreto, Corrientes, y ubicó a Sebastián poco después. El 11 de septiembre comenzaron los análisis técnicos de los dispositivos secuestrados. El juicio se inició el 31 de marzo, y el tribunal evalúa si existió producción o intercambio de material, además de la tenencia confirmada.