El ministro alemán de Finanzas, Lars Klingbeil, advirtió este miércoles que los nuevos aranceles del 30% propuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a productos europeos solo generarán “perdedores en ambos lados del Atlántico”, incluyendo a las propias empresas estadounidenses.
Durante una comparecencia conjunta con su homólogo francés Éric Lombard en las afueras de Berlín, Klingbeil hizo un llamado a preservar el diálogo y alcanzar un acuerdo comercial justo entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, al tiempo que pidió prepararse para aplicar medidas si el consenso no se alcanza.
“Los aranceles de Trump sólo dejan perdedores. También las empresas de Estados Unidos se verían afectadas. Por eso queremos seguir trabajando en busca de un acuerdo justo”, declaró Klingbeil, en una reunión bilateral en el castillo de Genshagen, a las afueras de Berlín, según reportó el medio alemán DW.
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El sábado pasado, el presidente estadounidense anunció la imposición de aranceles del 30% sobre una amplia gama de exportaciones provenientes de la UE, medida que entrará en vigor el 1 de agosto. Aunque las conversaciones entre ambas partes continúan, el anuncio generó una ola de reacciones en Bruselas y en las principales capitales europeas.
Un día después, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, criticó duramente la medida y subrayó que la UE está abierta al diálogo, pero preparada para responder con firmeza si fuera necesario.
“Seguimos dispuestos a continuar el trabajo hacia un acuerdo antes del 1 de agosto. Al mismo tiempo, tomaremos todas las medidas necesarias para salvaguardar los intereses de la UE, incluida la adopción de contramedidas proporcionales si es necesario”, afirmó Von der Leyen.
La comparecencia conjunta de Klingbeil y Lombard también sirvió para reforzar la unidad franco-alemana en materia económica. Ambos ministros acordaron intensificar la cooperación bilateral con el objetivo de fortalecer la competitividad industrial europea ante lo que consideran una escalada proteccionista por parte de Estados Unidos.
“Nuestra mano está tendida, pero no soportaremos todo”, agregó Klingbeil, aludiendo a la necesidad de una respuesta equilibrada pero firme por parte de la UE.
Mientras tanto, Donald Trump aseguró este martes que las negociaciones con Bruselas “están avanzando”, aunque no brindó detalles concretos sobre los puntos de posible acuerdo. Sin embargo, en círculos diplomáticos europeos persiste la preocupación de que las medidas comerciales unilaterales de Washington puedan desencadenar una nueva guerra comercial transatlántica, afectando gravemente a sectores estratégicos como el automotriz, la agricultura y la tecnología.
Con el 1 de agosto como fecha límite para evitar la entrada en vigor de los nuevos aranceles, el clima político y económico entre Estados Unidos y Europa se torna cada vez más tenso. Las próximas semanas serán clave para determinar si las partes logran salvar el diálogo o si Europa opta por una respuesta arancelaria proporcional.
Bruselas ya estudia posibles contramedidas que incluirían aranceles sobre productos estadounidenses como maquinaria, vehículos, productos agrícolas y bebidas alcohólicas, en caso de que no haya avances sustanciales en las conversaciones.