El sector azucarero argentino encendió las alarmas tras una propuesta del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de avanzar hacia la liberalización del comercio de azúcar dentro del Mercosur, formulada durante la reciente cumbre del bloque regional celebrada en Buenos Aires.
Lula pide liberalizacion del comercio de azúcar
La reacción fue inmediata: las principales entidades cañeras del país rechazaron de forma contundente la iniciativa y la calificaron como “inadmisible” al considerar que profundizaría las asimetrías estructurales con la producción brasileña, provocando un fuerte impacto negativo en las economías del Noroeste Argentino (NOA).

Firmaron el comunicado conjunto el Centro Azucarero Argentino, la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), el Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (CACT), la Unión Cañeros Independientes de Jujuy y Salta (UCIJS), Cañeros Unidos del Este y la Unión Cañeros del Sur.
Según explicaron, mientras la industria brasileña recibió durante décadas políticas de apoyo como el Plan Proálcool —impulsado para sustituir importaciones de combustibles fósiles mediante el etanol de caña—, en la Argentina el sector no cuenta con subsidios equivalentes ni con respaldo estructural.
“Este programa incluyó subsidios directos e indirectos, créditos blandos, incentivos fiscales y precios regulados, generando una estructura altamente competitiva que difícilmente podría haberse desarrollado sin intervención estatal”, expresaron los productores.

Agregaron que esas ventajas artificiales crearon un entorno de producción desequilibrado, con exceso de capacidad instalada, acumulación tecnológica y un mercado interno cautivo para azúcar y etanol, donde operan mecanismos de subsidio cruzado que favorecen a Brasil.
En ese sentido, recordaron que tales distorsiones fueron reconocidas por el propio Mercosur como “asimetrías justificadas”, lo cual llevó a mantener regímenes arancelarios diferenciados, tal como lo establece el Acta de la VI Reunión del Grupo Mercado Común (1992).
Desde el sector cañero nacional subrayaron que el azúcar argentino cumple un rol clave como economía regional, genera empleo y arraigo en zonas vulnerables del país y no posee el mismo respaldo estatal que su par brasileño.

“La política comercial de la Argentina, que incluye aranceles y medidas de administración del comercio, está en plena conformidad con las normativas del Mercosur y del comercio internacional para evitar el impacto negativo de distorsiones externas acumuladas durante décadas”, concluyeron.
“Inadmisible”: el sector azucarero argentino en pie de guerra ante una propuesta de Lula sobre libre comercio https://t.co/OcTkpUZLZu pic.twitter.com/xV2qPfy5tx
— LA NACION Campo (@LNcampo) July 4, 2025