En la mitología alemana, un flautista salvó al pueblo de Hamelin de una infestación de ratas. Con un método poco ortodoxo, las ratas comenzaron a seguir al flautista a través de una melodía que al parecer hipnotizaba a los pequeños roedores. Sin embargo, cuando llegó la hora del pago, los pueblerinos se negaron a desembolsar el dinero requerido por el flautista, entonces este último en venganza, a través de una dulce melodía, hipnotizó a todos los niños del pequeño pueblo, guiándolos hasta un lugar desconocido para nunca mas ser encontrados. Por otro lado, ya en la mitología griega, Ares era el Dios de la guerra, hijo del rey Dios Zeus y de la diosa Hera, el Dios de la guerra susurraba al oído de los mortales, esto desencadenaba en conflictos sinfín, guerras eternas y sangre de inocentes desparramada por doquier. El contexto geopolítico actual indica que una vez más, las naciones siguen el sonido hipnótico de la flauta, que esta vez es ejecutada por el Dios de la guerra.
La última vez que el mundo estuvo tan cerca de una tercera guerra mundial fue a mediados del siglo XX con el conflicto de los misiles en Cuba. Con Kennedy de un lado y Kurushev del otro, las 2 potencias hegemónicas estuvieron a un botón de cruzar el punto de no retorno, y luego de intensas negociaciones, llegaron a un acuerdo e instalaron una vía de comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin, el famoso teléfono rojo.
Como bien describí en “El conflicto de Israel en Medio Oriente | Desempolvando esquirlas de eternas enemistades”, la enemistad entre Israelitas e iraníes nació a partir de la caída del Shá Pahlavi y la asunción del Ayatolá Jomeini. Con el último mencionado nació la República Fundamentalista de Irán, y aquel país que gozaba de plenos derechos, que era uno de los mas modernos del medio oriente, se sumergió en el fundamentalismo de un régimen auto declarado antioccidental y anti sionista. A partir de este momento diferentes conflictos se han producido entre ambos países, es más, para numerosos internacionalistas, es un conflicto que se lleva a cabo desde los años 80, denominado guerra subsidiaria írano-israelí.
Denominado subsidiario porque hasta el momento, el conflicto se llevaba a cabo de manera indirecta. Sin embargo, el punto de no retorno surgió del ataque terrorista perpetuado por Hamás el 7 de octubre del año 2023, que tuvo como resultado miles de fallecidos y múltiples secuestrados, que hasta la actualidad se encuentran cautivos en Gaza. Es de común conocimiento que Hamas es financiado por Irán, asi como los rebeldes hutíes en Yemen y todo brazo armado que combate abiertamente contra Israel. Si bien desde finales del año pasado Israel decidió atacar territorio iraní a través de drones no tripulados, estos últimos días desplegó un poderío sin precedentes, cuyo objetivo principal eran científicos y militares ligados al programa nuclear iraní. La misión, que dicho sea de paso a un no finalizó, se denominó “león ascendente”.
En represalia, Irán lanzó un ataque aéreo que si bien fue parcialmente detenido por la denominada “cúpula de hierro” (sistema de defensa aérea israelí), afectó gran parte del territorio estratégicamente seleccionada por la guardia revolucionaria iraní. Estos ataques mutuos han abierto las puertas a un conflicto que hasta el momento solo terminaba en amenazas.
Mientras ambas naciones calculan fríamente sus pasos, los aliados de Israel ya manifestaron que acudirán en su ayuda si la situación lo amerita, inmediatamente Irán alertó que de intervenir en el conflicto, sufrirán las consecuencias.
El objetivo de Israel y sus aliados es claro, desmantelar a Irán de su supuesto poderío nuclear e ir más allá, lograr que el régimen fundamentalista caiga. Tan claro es el objetivo que el mismísimo heredero de la dinastía Pahlavi, Reza Pahlavi, reapareció de la nada y comenzó a realizar declaraciones arengando a la rebelión del pueblo iraní, además de mofarse de los lideres del régimen fundamentalista.
Todo indica que el conflicto escalará cada vez más ya que ninguno de los intervinientes tiene planeado retroceder, y este conflicto que parece no tener fin, escaló en un enfrentamiento directo entre 2 naciones cuyo poderío militar es inmenso y amenaza con la intervención de otros actores con poderío militar aún más significativo.