El juicio a los hermanos Germán y Sebastián Kizcka entró en las horas finales del proceso. El presidente del Tribunal Penal 1 de Posadas, Gustavo Bernie, anunció a las partes que en algo más de una hora (es decir cerca de las 20) se dará a conocer el veredicto.
Sobre el final de la última audiencia, que fue pública, hubo un tenso cruce entre el fiscal Vladimir Glinka y el abogado del ex diputado Kizcka, Gonzalo de Paula, en medio de las réplicas de los alegatos por una pericia psicológica. Intervino el Tribunal al desautorizar al integrante del Ministerio Público y dio por cerrado el tema.
Cabe recordar que el fiscal Martín Rau pidió 15 años de prisión de cumplimiento efectivo, más costas y accesorias legales para Germán Kiczka. Lo consideró autor penalmente responsable de un hecho de tenencia, un hecho de facilitación de MASI agravados por edad, un hecho de tenencia y facilitación de MASI de la computadora Acer, un hecho de MASI agravado, un hecho de MASI del teléfono s22 y un hecho de MASI del pendrive.
Para Sebastián, pidió 12 años de prisión de cumplimiento efectivo más costas y accesorios legales. Un hecho de tenencia agravado en la computadora ACER, un hecho de MASI, un hecho de MASI de cd, un hecho de tenencia de pendrive, y un hecho de abuso sexual sin acceso carnal.
A su vez, las defensas fueron con solicitudes diferentes. Eduardo Paredes, abogado de Sebastián, pidió que “el Estado aplique una medida de seguridad porque su espacio de seguridad está acotado, toma medicamentos y mira -lo volverá a hacer- lo que es una obligación de ustedes de darles una oportunidad. Es un pedido que les hacemos». «Solicitamos que quede internado en una unidad del Servicio Penitenciario Provincial, incluso por ser peligroso hasta para sí mismo«, agregó.
En el caso de Gonzalo De Paula, solicitó la nulidad, “que se desestimen todas las imputaciones que se hicieron a Germán por distribuir, facilitar MASI porque no se ha probado nada de eso. Y, que el Tribunal dicte el sobreseimiento del señor Germán Kiczka, la absolución“.
Las últimas palabras de Sebastián
El magistrado Bernie propuso a los hermanos si querían expresar algo antes de deliberar la sentencia. Aceptó Sebastián, quien pidió un trato más humanitario para los detenidos en las comisarias y cárceles. Luego apuntó a una psicóloga que le realizó la primera evaluación desde su detención, que según el acusado le aseguró que podría vivir con su adicción al MASI.
Previamente Glinka, había rechazado el pedido de Paredes para que Sebastián no vaya a la cárcel, al sostener que se quiso victimizar a “un nene de 47 años que vive con sus padres”.
A todo, el enjuiciado respondió: “Ella (por la psicóloga) me dijo que esto no me trae problemas, y este señor (por el Fiscal Glinka) que habló del nene de 47 años, si estuvieras en mi situación de adicciones no dirías lo mismo. No, yo no puedo vivir tranquilo y sin problemas. El consumo es inevitable, al otro día siento cargo de conciencia y vuelvo a recaer. No puedo trabajar en ningún lado, mi viejo no me echaba porque era su hijo. No puedo tener pareja estable, no puedo pensar en tener hijos como me pide mi madre. Sigo pidiendo ayuda, no es agradable vivir con mi viejo. Y ahora tengo problemas con la ley. ¿Cómo se pudo atrever la psicóloga a decir que podía vivir sin problemas? Estoy con un problema grave! Alguien me lo tiene que sacar, no se cómo”.